La isla del Doctor M0reau
¡En el principado cósmico somos animales!
Lo que usted no sabe, Doctor
Ella sumergió su flora en Lesbia
y ella bebió dulce néctar
del barrote de mi verga
o el semen de la palma.
y el líquido rojo de la vida, corrió entre sus piernas.
Usted, ignora, cómo mi progenie fue por su pancita extendiéndose
y ella fue muriendo por dentro, hasta que lo matamos.
matamos, matamos, a nuestro hijo
para que usted, Doctor, no le hiciera daño.
los castigos que empalma su mano, cortando venas donde corre la sangre perfilada, como el agua, liviana, y doliente,
Y ese frío, ha carcomido diluyendo mis sangres en la espesura, y buscando un alimento como pajarillo en el aire y no es suficiente, porque no lo tengo, y sé que no lo tendré, y sé que algún día estaré tan vacío, de no recibir nada, que dejaré de amar, cómo un odio eterno, donde la piel se hace pesada, e inmensos cuchillos lacerantes cortan mi pecho y mi alma en cada caminar porque devoré a mi amada.
Alejandro Abracxas
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